enero 28, 2009

BITACORA DE ADRIANALINA

Son apenas las once de la mañana y llevo ya casi tres horas trabajando en mis tareas, ya saben leyendo y tratando de entender gráficas complejas sobre la oferta y la demanda. ¡Maldita crisis! ¿podré algún día explicarme todos estos hechos económicos?

Como sea, las manecillas del reloj han ido avanzando con su ritmo debido y con cada paso, los latidos de mi corazón se aceleran... ¿taquicardia a tan corta edad? Dicen que las enfermedades no tienen que ver tanto con la edad, pero en este caso por fortuna, no se trata de una enfermedad sino al contrario de una pasión que a veces me domina de más: ahhh benditos deportes, bendito el día en que descubrí que el fútbol es para mí.

Ya son las tres de la tarde, estoy a sesenta minutos de la cita previa al partido y la taquicardia continúa, el calor dentro de mi cuerpo se disipa, siento un hormigueo tremendo dentro de todo mi cuerpo y pienso: "soy tan afortunada de seguir sientiendo al máximo la adrenalina previa a un partido; tan afortunada de que aún con ocho años de trayectoria un partido me siga entusiasmando tanto; soy, soy siemplemente tan feliz de seguir siendo parte de un equipo y sobretodo el día de hoy, de tener la oportunidad de disputar un partido tan importante..."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario