julio 24, 2009

ARTICULO DEPORTIVO 1

Por fin la revista CAMBIO Estado de México publicó mis primeros dos artículos, así que con la alegría que este hecho ha provocado en mí, les comparto el que se expuso dentro de la sección deportiva:


¿CALIFICAREMOS?
Adriana Vilchis Márquez


No hay duda, cuando hablamos entre mexicanos es prácticamente inevitable eludir el tema de la Selección Mexicana de Fútbol, pues si bien es cierto que aunque no contamos con un equipo de primer mundo, sí lo hacemos con una afición que ante la desesperación de ver derrotado a “nuestro equipo” pretende asumir el papel de D.T. aún cuando sea únicamente en conversaciones amistosas. ¿Cuál es el problema de fondo en realidad?
Actualmente, con el evento más importante de este deporte en puerta, la afición vuelve a sentir esperanza, a gastar su dinero en un boleto para asistir a un estadio y gritar al unísono: ¡Mé-xi-co, Mé-xi-co!

No obstante, con la menor intención de negativismos y fatalismos, al concluir cada encuentro miles de sonrisas se desdibujan y la eterna disputa entre quién es el culpable y entre quién debería tomar del timón a este grupo, renace para volver a ser el tema que los medios emplearán para pagar sueldos. Sin embargo, luego de varias semanas todo sigue igual: México se encuentra en un estira y afloja de resultados sin lograr nada en concreto.

Pues bien, personalmente y luego de varios análisis basados en observaciones aleatorias y conversaciones con la gente inmersa tanto directa como indirectamente en el asunto en cuestión, he llegado a la conclusión de que el problema con el Tricolor no radica ni en las capacidades individuales ni colectivas; tampoco en la persona que cada partido se encarga de dirigir el juego, sino muy al contrario, es un problema de autoestima y actitud.

Cuando digo autoestima no me refiero necesariamente a que todos lo jugadores tienen una imagen errónea de sí mismos, sino más bien a un problema sociocultural e histórico de raíz. Es decir, cómo pretender ganar un encuentro contra equipos que de verdad creen que son excelentes y salen al campo de batalla como lo que son.

Frecuentemente los atletas mexicanos, aún estando preparados y aún después de una plática motivacional, antes de saltar al terreno de juego, se cohíben luego de ver al rival aún en los túneles de salida. ¿Cómo es posible? ¿Será que de alguna manera aún nos sentimos un pueblo conquistado, resultado de un mestizaje?

En fin, un análisis profundo permitirá hurgar en el cajón de las remembranzas para armar un cuadro que denote qué estamos haciendo y cómo lo estamos ejecutando. Mientras tanto, observemos como para muchos el regreso de Javier Aguirre significa dejar atrás un insomnio eterno. ¿Será posible?


http://edomex.revistacambio.com.mx/


Ese es el link de la revista, para que lo visiten si así lo desean.

Desde luego que se ve mejor la versión impresa y para mí en especial tiene otro significado.

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